¿Y cuándo el amor desaparece, adónde va?

Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿Sabes tú a dónde va?

"RIMA IV" (Gustavo Adolfo Bécquer)

¿Y cuándo el amor desaparece, adónde va? ¿Dónde se queda la ilusión de tener a nuestro lado a la persona que nos llena, el anhelo de vernos en sus ojos, de despertar a su lado, de sentir sus caricias, sus abrazos…sus palabras de hálito en las noches de soledad y de vacío…? ¿Adónde va a parar este sentimiento, todo aquello que estábamos dispuestos a entregar y que se ha frustrado? Siempre me he preguntado qué es lo que ocurre con todos esos recuerdos, con todo aquello que quedaba por hacer, con esos momentos que no se han podido vivir…Es arduo aceptar un nuevo fracaso, saber que no hemos podido hacer nada…Que por mucho que exploremos en lo más profundo de su alma no somos capaces de rescatar nuevamente la ilusión.

¿Y ahora qué es lo que corresponde hacer? Llorar por la angustia de su ausencia…esconder sus fotos, sus recuerdos para no sufrir, guardar todo aquello que está impregnado de él… ¿Y cómo archivar su aroma, su mirada…?

Siempre podemos inventar un programa informático para formatear nuestra mente y así borrar los recuerdos, como ocurre en la película “Olvídate de mí”, estaría bien erradicar todos esos bonitos momentos que nos incitan a abstraernos y que nos instan a soñar pero que a la vez nos llenan de melancolía y nostalgia e incluso desesperación…Quizás ese es el remedio para que nuestro corazón lata nuevamente, para que no se sienta encogido al escuchar su nombre o cuando suene el teléfono…Sería una solución pero ¿de esta manera el corazón también dejaría de sentir? Tendríamos que inventar pues otro programa para eliminar los sentimientos, es decir, para formatear también nuestro corazón… pero ¿cómo decirle al corazón que no sienta?

Imagen de la película "Olvídate de mí" (Eternal sunshine of the spotless mind)

"Dime"

Dime por favor dónde estás,

en que rincón puedo no verte,

dónde puedo dormir sin recordarte

y dónde recordar sin que me duela.

Dime por favor dónde pueda caminar

sin ver tus huellas,

dónde puedo correr sin recordarte

y dónde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cuál es el cielo

que no tiene el calor de tu mirada

y cuál es el sol que tiene luz tan sólo

y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cuál es el rincón

en el que no dejaste tu presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada

que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cuál es la noche

en que no vendrás para velar mis sueños...

Que no puedo vivir porque te extraño

y no puedo morir porque te quiero.

(Jorge Luis Borges)